En febrero de 2005, nació una empresa que hoy todo el mundo conoce: YouTube. Sin embargo, sus tres creadores: Chad Hurley, Jawed Karim y Steve Chen, todos empleados de PayPal, no pensaron en ese momento en el éxito que llegaría a tener 20 años más tarde, ni en que venderían su empresa a Google por una suma de dólares nada desdeñable.
Sino que se lo digan a Karim que, aunque figura en la historia de la empresa como cofundador, y fue quien subió el primer vídeo de esta nueva plataforma digital, renunció a ser empleado y a estar en la gestión, prefiriendo ser únicamente asesor técnico externo mientras finalizaba sus estudios de posgrado en la universidad de Standford.
Aunque no se sabe con total seguridad qué cantidad recibió Karim por la venta de YouTube a Google, seguro que la cifra recibida nada tuvo que ver con la que obtuvieron Hurley y Chen y, aunque parece que no hubo quejas por parte de Karim, no siempre los tres emprendedores, hoy no tan amigos, relatan una historia idéntica sobre sus inicios, ni sobre las ideas que les impulsaron a iniciar este negocio.
Una de esas ideas era compartir vídeos para realizar subastas online, pero, los vídeos que se colgaban, poco o nada tenían que ver con subastas. Colgar, compartir y buscar contenido en formato vídeo a través de una plataforma online parecía ser una necesidad no cubierta, y de esa necesidad, parece que surgió la idea de crear YouTube.
Karim subió el primer vídeo el 23 de abril de 2005, un vídeo de pocos segundos sin interés ni calidad, como cualquier vídeo casero de los que podía hacer una familia por aquel entonces. A pesar de ello, muchos libros y medios de comunicación de autores reconocidos lo calificaron y lo siguen calificando como algo excepcional por lo que representó: la posibilidad de compartir vídeos por la web, creados y subidos por cualquier persona de manera sencilla. ¿Qué marcaba la diferencia? Que el usuario fuese el creador de contenido en lugar de que lo fuera el propietario del sitio web.
Hoy esta actividad es conocida y realizada mundialmente a diario por miles de personas: grabar un vídeo, subirlo a una plataforma y compartirlo. Sin embargo, pocos saben que tiene su origen en ese primer vídeo sencillo que revolucionó con los años la forma de consumir y enseñar, de anunciar productos o servicios, de darse a conocer como artista, o de convencer a millones de votantes cuando se acercan unas elecciones. Eso, sin olvidar el surgimiento de nuevas profesiones derivadas de la creación de contenido gracias a esta plataforma global.
¿Sabías que otras empresas antes que Google también se interesaron por YouTube e incluso invirtieron dinero en ella? Sequoia Capital, una empresa de capital riesgo, inyectó varios millones de dólares a su proyecto para cubrir gastos operativos. Y es que no siempre las empresas en las que ponemos todo nuestro esfuerzo creativo y nuestro trabajo tienen el éxito esperado. Todas sufren altibajos, YouTube también, y muchas pueden llegar a morir por falta de financiación.
De los vídeos caseros y blogs personales de su primera etapa, aproximadamente sus 10 primeros años, se pasó posteriormente a profesionalizar el contenido y crear formatos de vídeo nuevos, para llegar a la época actual, en la que destacan los vídeos cortos y el contenido se adapta para dar cabida a temáticas que son tendencia, y para competir con empresas que “copiando” su idea, han tratado de mejorarla, como le ha ocurrido a YouTube con TikTok, Instagram Reels o Twitch. ¿Hubiera lanzado YouTube sus Shorts si en 2020 no hubiera tenido que competir con TikTok? ¿Qué opinas de que hoy exista YouTube Live y que sea factible realizar transmisiones en vivo? La constante mejora y renovación, así como tener flexibilidad para adaptarnos a nuevas circunstancias, son dos máximas fundamentales para mantener un negocio a flote.
Hoy YouTube es una plataforma traducida a más de 100 idiomas, alberga más de 3 millones de videos nuevos cada día y, algunos de esos vídeos han sido creados con presupuestos millonarios por youtubers con miles de millones de suscriptores y visitas.
Pero ¿por qué se vendió YouTube?
Quizá hayas oído la expresión morir de éxito, y viene al caso porque, de alguna manera, eso fue lo que les ocurrió a los tres cofundadores de YouTube. Si los suscriptores crecían sin parar, ¿por qué vender tu creación, tu “gallina de los huevos de oro” a otro, si parece tener un futuro próspero?
Porque la empresa no generaba ingresos, al menos no los suficientes como para atender la demanda de usuarios que se incrementaba exponencialmente. Hurley, Karim y Chen necesitaban dinero para comprar más equipos informáticos, conexiones de banda ancha a internet, y para hacer frente a las demandas que tenían por vulneración del copyright. Sus suscriptores subían vídeos de otros creadores sin tener licencia, sin reparar en que esos vídeos estaban protegidos por derechos de autor. Hurley, Karim y Chen eran incapaces de hacer frente a esos costos en 2006, a pesar de que sus usuarios crecieron ese año un 400% y YouTube fue premiada por la revista Times como el “Invento del año”.
Cuando Google entró en escena y compró la plataforma, retiró de ella muchos de los vídeos con copyright, y llegó a acuerdos con empresas de entretenimiento y artistas para que compartieran sus vídeos evitando la vulneración de sus derechos. En 2008 llegó a un acuerdo con la Metro Goldwyn Mayer para subir películas y documentales y, un año más tarde, emitió por primera vez un concierto en directo.
Podrá parecer increíble, pero en 2015 y después de muchos aciertos y de ingresar 4 000 millones de dólares, YouTube se cuestionaba su supervivencia y seguía sin ser rentable. Tener ingresos no es sinónimo rentabilidad ni de que una empresa vaya bien ni pueda seguir adelante, como piensan muchas personas al escuchar grandes cifras de ingresos sin conocer otros datos.
Los directivos de YouTube tuvieron que despertar el interés de público de otras edades, no solo de la gente joven, y tener cuidado de que ese público no se dejase arrastrar hacia plataformas competidoras que empezaban a tener más cuota de mercado. Su servicio Premium, sin anuncios; los canales patrocinados para el acceso a contenido exclusivo; YouTube Kids o YouTube Gaming; son ejemplos concretos de ideas que generaron ingresos adicionales decisivos para que la empresa sea lo que es hoy. Solo por publicidad, YouTube ingresó en 2019 más de 13 000 millones de dólares.
Con este ejemplo, queremos recordar que emprender es posible pero no es fácil. Supone mucho esfuerzo y creatividad constante, y cuanto más claros y definidos tenga una empresa sus inicios, y más cohesionados estén sus equipos, más probabilidades de éxito tendrá.
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